domingo, 27 de junio de 2010

Bonasso y la Ley de Glaciares

Tras el veto presidencial impuesto por el Poder Ejecutivo, en noviembre de 2010, el diputado nacional Miguel Bonasso, presidente de la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, impulsa la iniciativa de volver a dar tratamiento al proyecto de protección de glaciares y ambientes periglaciares en todo el territorio argentino.



El 10 de noviembre de 2008 apareció en el Boletín Oficial la publicación del decreto1837/2008, por medio del cual la presidenta Cristina Fernández de Kirchner rechazó, mediante el veto, la ley de protección de glaciares, sancionada en el Congreso de la Nación por amplia mayoría el 22 de octubre.

En su texto, la norma reclamaba la realización de un inventario de los glaciares nacionales, lo que representa tres cuartas partes de la reserva hídrica, y la prohibición de actividades que puedan dañar la condición natural de los hielos y su entorno o que produzcan su destrucción. Tales restricciones tenían como objetivo limitar la exploración y la explotación minera y petrolífera.

Entonces, el veto fue interpretado como un gesto favorable a las grandes empresas mineras instaladas en San Juan, La Rioja y Mendoza, especialmente la poderosa compañía Barrick Gold, las cuales a través del uso de cianuro para la extracción del oro contaminan las aguas necesarias para los agricultores de la zona.


Mauro Maciel

Medioambiente 2.0

La organización ambientalista Greenpeace de España consiguió que la multinacional Nestlé dejase de comprar a un proveedor que realiza actividades nocivas para el medioambiente. La exitosa gestión fue posible gracias a la ejecución de una campaña en versión 2.0, a través de internet y las redes sociales.

El origen de la iniciativa radicó en la grave situación de deforestación en que se encuentra una gran cantidad de bosques en todo el mundo. En especial, existe un bosque, situado en las selvas de Indonesia, vital como insumo para el aceite de palma y de enorme demanda en los mercados alimenticios y de combustibles, y cuya depredación lleva a consecuencias destructivas para la población autóctona de gorilas.

Como parte de su campaña, Greenpeace dio su primer paso a través de un lobby documentado. Es decir, que tras la instalación de un grupo de manifestantes que se estableció a modo de protesta en un campamento en medio del bosque, elevó un informe asolador de la situación, que entonces la firma Nestlé decidió ignorar.

En segunda instancia, la entidad medioambiental lanzó una campaña de participación ciudadana por medio de la que difundió el estado de la situación a la comunidad 2.0. No obstante, la estrategia no fue pretender emitir comunicados cargados de información, sino más bien un sitio de internet donde la gente pudiera actuar.

En primer lugar, se volcó a través de las redes sociales la difusión de un video muy gráfico, que pretendió causar efecto de contrapublicidad en perjuicio de la multinacional. La respuesta no se hizo esperar, aunque tuvo un efecto poco inteligente y muy cortoplacista: Nestlé consiguió censurar el video colgado en Youtube en un plazo menor de 24 horas. Fue entonces cuando la red social ya comprometida en el asunto salió a difundir el acto de censura de la compañía y a especificar el nuevo sitio donde podrían visualizar el video prohibido.



Por fin, como resultado de la campaña, Nestlé decidió aceptar el compromiso de no volver a contratar con el proveedor y a someterse a organismos de control para que efectúen auditorios en sus procesos productivos y comerciales. Además, la campaña consiguió que el video alcanzara una cifra superior al millón y medio de reproducciones y que más de 300 mil correos electrónicos acabaran en las bandejas de entrada de los CEO’s de Nestlé en todo el mundo.

Mauro Maciel

miércoles, 16 de junio de 2010

Idea innovadora y sustentable

Desde un modelo revolucionario en energía, rendimiento y medio ambiente, ALS Bioenergías se anima a hacer ruido entre los grandes jugadores, con su propuesta innovadora en cultivos alternativos, inversión acotada en riesgos y tecnología validada. El bio como excusa para la producción de derivados vegetales y el desarrollo futuro de la industria oleoquímica.
La idea del proyecto nació de un plan inicial que suponía la producción de biodiesel a partir de la colza. Ariel Scaparro, hoy presidente de ALS Bioenergías, regresó a la Argentina, en 2006, luego de 2 décadas y tras haber hecho consultoría en energías alternativas y nuevos negocios en Suecia. Entonces, contaba con un acuerdo con una cooperativa sueca, que se frustró luego del conflicto por la Resolución 125, la sequía y la crisis financiera internacional.
Más tarde Scaparro conoció a José Luis Martínez Justo, hoy director de ALS Bioenergías, con larga trayectoria en los mercados de petróleo y lubricantes y pionero en biodiesel en Argentina, y juntos decidieron dar forma al emprendimiento: desarrollar biodiesel, a partir de la aplicación de tecnologías de segunda generación, para la elaboración de biocombustibles de mayor calidad en los mercados más exigentes.
En 2009, ALS obtuvo la patente de su proceso tecnológico y la validación en Estados Unidos por parte de la certificadora internacional, Saybolt. Además, selló alianzas estratégicas con Dow Argentina, para impulsar la promoción de la instalación de plantas, y con KPMG, para la búsqueda de socios inversores interesados en la iniciativa.
“La idea era abocarnos hacia una tecnología que permita producción escalable -cuenta Martínez Justo- y desarrollamos un sistema, llamado multi-feedstock, que no utiliza agua ni ácidos, mejora la calidad del biodiesel y admite procesar una gran variedad de materias primas. Así, podemos arrancar un paso antes porque no necesitamos refinar. También incluimos un sistema basado en la nanotecnología que permite una reacción muy superior a la de las tecnologías tradicionales y brinda un rendimiento espectacular, alcanzando un agregado mínimo de conversión del 3%, de punta a punta.”
En el caso del biodiesel los ideólogos del proyecto proponen cultivos alternativos que nacen en zonas desérticas o semi desérticas, y el de la salicornia resulta demasiado atractivo. Se trata de una planta que crece en zonas marginales y se riega con agua salada, de mar, y permite pensar en todo el litoral argentino, como un área potencial para expandir la frontera agrícola. “La salicornia podría ofrecer una parte muy pequeña destinada al consumo humano (el espárrago), el resto de la planta como proteína animal y, por último, a partir de las semillas, como aceite para el biodiesel”, sentencia Scaparro.
El proceso de búsquedas encabezado por KPMG se encuentra recién iniciado, desde los primeros días de junio y comprende un abanico de soluciones financieras, como joint ventures, participación con management de ALS, inversión de los productores o interesados o entrega de planta llave en mano. “KPMG ha cursado invitaciones a 35 grupos que fueron prefiltrados en base a una serie de criterios y se prevé un período de 45 días hasta que los interesados empiecen a ofertar”, aporta Scaparro.
En materia de regulación, la Argentina comenzó el 1° de enero con el bioetanol, cuyo corte es hoy del 2%, y a partir del 1° de abril, el corte de biodiesel, en todo el gasoil que hay en el mercado, es del 5%. Hasta ese momento se existían rumores acerca de una inminente norma legal pero el desconocimiento de los precios impedía a que los interesados se decidiesen a invertir y, por lo tanto, todos los proyectos estuvieron abocados a la exportación. Presentadas las reglas del juego, comenzaron a surgir proyectos abocados al mercado local.
“Las ventajas fundamentales que ofrece la Argentina pasan principalmente por la materia prima -señala el presidente de ALS-. Nuestro país es número uno de productores de aceite de soja, cuyos costos no se pueden combatir, en términos competitivos, en ningún otro país del mundo”.
Martínez Justo adelanta que como punto de partida ALS instalará la primera planta de producción de biodiesel en la localidad de Zárate. “Será nuestro buque insignia, una planta modelo, replicable en tamaños mayores o menores en cualquier lugar de Argentina o del Cono Sur, y contará con 60 mil toneladas para abastecer al mercado argentino. Su construcción se estima en un plazo de 180 días, desde sus cimientos hasta la producción del biodiesel”.

lunes, 31 de mayo de 2010

Río de negocios


No es novedad que los intereses económicos con sus negocios inmobiliarios prevalezcan frente a la preservación de los espacios públicos. Situación que se repite una y otra vez en diferentes puntos del país.
Uno de los pulmones verdes más extensos de la zona norte del conurbano bonaerense corre esta suerte, o desgracia. En Vicente López una resolución de su consejo deliberante estipula la creación de un vial costero y permite la construcción de un casino, un centro de convenciones, un shopping y edificios de más de 18 pisos.
Los vecinos agrupados en la Asamblea de Vecinos de Vicente López junto al defensor del pueblo de la nación demostraron irregularidades en los permisos de obra que solicita vialidad nacional al no constar del estudio de impacto ambiental.




La preocupación de los vecinos es la reducción del 50 por ciento que se hará del espacio verde, reduciendo unos de los mayores pulmones de ese lado de zona norte.
La asamblea respalda sus reclamos con las resoluciones de la Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas y la ley número 8912/77 que estipulan que las ciudades deben tener 10 metros cuadros por cada habitante.



Vicente Lopez es una localidad que no cuenta con ese espacio verde, a penas alcanza los 0,67 m2 por vecino. Dada esta situación este caprichoso proyecto del intendente García se sumará una ves más al incumplimiento de estas normas y sobretodo en detrimento del aire que respiran sus votantes.



 *Foto: Vecinos reprimidos en Laprida y el río.


 

Por la tierra y para la tierra



Ocho días caminaron, atravesaron el país hasta la Plaza de Mayo. Miles de miembros de treintas comunidades aborígenes trajeron sus reclamos a la presidenta Cristina Fernández. El pasado jueves 20 representantes de cada pueblo originario se reunió con la presidenta en la casa de gobierno.
Afuera en un multitudinario acto que mezcló coplas y música del altiplano, luego de varios testimonios cargados de profunda emoción y bronca, se leyó el documento consensuado en el que aparte de reclamar por la titulación de las tierras en donde viven, y siguiendo una tradición cultural, en defensa de lo que ellos llaman la Pachamama, la tierra.
Expusieron como punto principal la prohibición de la actividad minera a cielo abierto, el uso de contaminantes industriales en las actividades agrícolas y exigieron al Gobierno que preserve los glaciares.


Milagros Salas, titular de la organización social Tupac Amaru, participó y fue reconocida por otros miembros de las comunidades como una persona fundamental para que la marcha y la reunión con la presidenta haya sido posible.
En su discurso de cierre del acto, luego de la reunión en la casa rosada, se refirió también a la necesidad de preservar la Pachamama.



En la reunión se acordó crear una mesa de dialogo con los respectivos ministros que intervienen en cada punto del documento que los pueblos originarios presentaron a partir del 1ro de junio, pero no consiguieron llevarse respuestas concretas.


Una macha histórica por la reivindicación indígena camino a una nación plurinacional, con reconocimiento sincero de que también una parte nuestra pertenece a algún pueblo originario, y que esa Pachamama, la tierra en la caminamos, con la comemos, y por donde fluye el agua que tomamos, también es nuestra. No dejaremos de ser condenados sino la defendemos.


*FOTO: DANIEL GARCIA / AFP  

 

domingo, 30 de mayo de 2010

Fuente de vida (y de muerte)

En muchos artículos, manuales y enciclopedias hemos leído cientos de veces la frase fuente de vida, como un lugar común, para referirse a las bondades del agua. ¿Pero qué tan cierto es aquella sentencia? En rigor, es tan cierta como relativa, pues todo aquél que padece la falta de acceso bien podría decir que el agua es fuente de muerte.
En este mundo en desarrollo en que vivimos, la mayoría de la población no tiene agua corriente. Son cerca de 2.500 millones de personas, en todo el mundo, las que no cuentan con un baño o una letrina.
Sin sanidad e higiene, las fuentes de agua pueden contaminarse. La gente, al beber, puede contraer enfermedades vinculadas con el agua, como por ejemplo el cólera. Las heces, sin demasiadas complicaciones, son capaces de llegar al agua potable. Una pieza de materia fecal contiene 1.000 millones de virus y 10.000 bacterias en su composición.
La diarrea mata a 4.100 niños por día; un 90% por debajo de los 5 años. Los niños que beben agua no potable, a menudo, llevan 1.000 gusanos con parásitos en sus cuerpos en un momento dado. Cada año, 443 millones de días escolares se pierden debido a la diarrea y las enfermedades relacionadas con el agua.
El siguiente video explica de modo muy gráfico cuán desprotegida se encuentra una gran proporción de los habitantes del planeta. O sea, hombres, mujeres y niños.



Mauro Maciel

lunes, 17 de mayo de 2010

Aceleración de alimentos

La presencia de alimentos transgénicos resulta cada vez más evidente. Respecto del año 2004 los cultivos transgénicos crecieron un 20 por ciento y ya cubren algo más del cinco por ciento de las tierras destinadas a la agricultura. Tal avance se advierte también en países pobres o en vías de desarrollo (en especial China y la India) y ya no es un comportamiento exclusivo de los países industrializados.

En la actualidad, son las producciones de soja, maíz, algodón y colza, las que lideran la modalidad transgénica y que en forma inevitable se traslada a la alimentación. La globalización del comercio, la contaminación natural o accidental y la complejidad de los circuitos agroalimentarios hacen de los esfuerzos, por mantener a salvo las redes de distribución, un ejercicio casi inútil.

Fuera de los productos garantizados, sin organismos genéticamente modificados, y elaborados a un alto costo, los alimentos por todos consumidos contienen ingredientes genéticamente modificados. Este hecho es recocido por Europa, que autoriza su presencia bajo la obligación de que figure en sus etiquetas la información correspondiente, siempre que el contenido de transgénicos sea superior al 0,9 por ciento del producto.

El consumidor entonces se encuentra en una situación nada sencilla. Es por ello que sus posibilidades de formarse una opinión, a partir de argumentos contradictorios de especialistas, genera grandes dificultades. La duda en relación al medio ambiente sitúa en veredas opuestas a ecologistas, productores y (también) científicos.

Por otra parte, también aparece en el foco de la discusión los beneficios económicos. La proliferación de ciertas plagas o insectos, como la chinche del algodón, en Sudáfrica, ha reducido en ciertas ocasiones al nivel cero los provechos esperados de semillas cuyas patentes resultan muy costosas para los pequeños productores. Otra de las consecuencias negativas es la dependencia creciente de los países pobres respecto de compañías multinacionales como Monsanto o Bayer.



Mauro Maciel